El Poema

Y se rieron sin Dios, pero Álvaro se dio cuenta de que entonces se quedaban solos, abandonados en la bola de barro entre animales depredadores. Ya no tenían respuestas para todo, y la muerte parecía más aterradora sin creer que hubiese algo más allá, y la vida perdió sentido al darse cuenta de que después de todo, moriría de todas formas, y se preguntó por qué aguantar tanto dolor y esforzarse tanto.

Hace ya más de 9 años que escribí este cuento. No es el que más me gusta, ni lo mejor que escrito, pero aún así me parece mucho más importante. Fue uno de los primeros momentos en los cuales usé la escritura para ser sincero conmigo mismo. Aunque no haya usado mi nombre para ser el protagonista (en cambio usé el nombre de un amigo de esos años que aún conservo afortunadamente) sí reflejo allí mucho de lo que me sucedía en esa época.

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